Preces por la justicia y la paz III

PRECES
POR LA JUSTICIA Y LA PAZ III

 

Oremos, hermanos, por todas las personas del mundo y sus necesidades, a fin de que a nadie le falte la ayuda de nuestra caridad.

  1. Por la santa Iglesia de Dios: para que al celebrar las fiestas de Navidad, todos sus fieles renazcan a una vida de justicia, de libertad, de amor y de paz, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  2. Por los Estados, llamados a hacer gestos concretos, actos de valentía para con las personas más frágiles de su sociedad, como los encarcelados, los emigrantes, los desempleados y los enfermos, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  3. Por los detenidos, es urgente que se adopten medidas concretas para mejorar las condiciones de vida en las cárceles, evaluando la posibilidad de introducir en las legislaciones nacionales penas alternativas a la prisión, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  4. Por los emigrantes, para que las legislaciones sobre ellos estén inspiradas en la voluntad de acogida, en el respeto de los recíprocos deberes y responsabilidades, y puedan facilitar la integración de los emigrantes. En esta perspectiva, se debería prestar una atención especial a las condiciones de residencia de los emigrantes, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  5. En este Año jubilar, por los responsables de los Estados para que realicen gestos concretos en favor de nuestros hermanos y hermanas que sufren por la falta de trabajo, tierra y techo, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  6. Por la creación de puestos de trabajo digno para afrontar la herida social de la desocupación, que afecta a un gran número de familias y de jóvenes y tiene consecuencias gravísimas sobre toda la sociedad. La falta de trabajo incide gravemente en el sentido de dignidad y en la esperanza, y puede ser compensada sólo parcialmente por los subsidios, si bien necesarios, destinados a los desempleados y a sus familias, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  7. Una atención especial debería ser dedicada a las mujeres -desgraciadamente todavía discriminadas en el campo del trabajo- y a algunas categorías de trabajadores, cuyas condiciones son precarias o peligrosas y cuyas retribuciones no son adecuadas a la importancia de su misión social, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  8. Para que se realicen acciones eficaces para mejorar las condiciones de vida de los enfermos, garantizando a todos el acceso a los tratamientos médicos y a los medicamentos indispensables para la vida, incluida la posibilidad de atención domiciliaria, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  9. Por los responsables de los Estados, para que dirigiendo la mirada más allá de las propias fronteras, renueven sus relaciones con otros pueblos, permitiendo a todos una efectiva participación e inclusión en la vida de la comunidad internacional, para que se llegue a la fraternidad también dentro de la familia de las naciones, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  10. Para que se evite arrastrar a otros pueblos a conflictos o guerras que destruyen no sólo las riquezas materiales, culturales y sociales, sino también -y por mucho tiempo- la integridad moral y espiritual, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  11. Por la abolición o gestión de manera sostenible la deuda internacional de los Estados más pobres, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  12. Por las políticas de cooperación para que, más que doblegarse a las dictaduras de algunas ideologías, sean respetuosas de los valores de las poblaciones locales y que, en cualquier caso, no perjudiquen el derecho fundamental e inalienable de los niños por nacer, ROGUEMOS AL SEÑOR.
  13. Para que, dejándonos iluminar y guiar por el Espíritu Santo, todos los cristianos respondamos con entusiasmo y fidelidad a la llamada al   camino de las Bienventuranzas, ROGUEMOS AL SEÑOR.

Escucha, Dios de misericordia, nuestras súplicas y ayuda a los que padecen, para que consolados con la presencia de tu Hijo, no tengan ya que temer ningún mal. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.