75 ANIVERSARIO DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS POR LA ONU

75 ANIVERSARIO DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS POR LA ONU

El 10 de diciembre de 2023 se celebrará el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, con el lema DIGNIDAD, LIBERTAD Y JUSTICIA PARA TODOS, hito fundamental para el reconocimiento de la dignidad de todas las personas que habitan en el planeta Tierra.
Con motivo de este aniversario y con el objetivo de revitalizar esta declaración, tal como pide la ONU, la Comisión Diocesana de Justicia y Paz Madrid, quiere recordar los 30 artículos de la declaración, utilizando para ello la nueva  versión ilustrada elaborada por Naciones Unidas para este año.
Por otra parte, en abril de este año se han cumplido 60 años de la encíclica de san Juan XXIII Pacem in Terris, en la que los derechos humanos adquieren un papel fundamental. Es por este motivo que cada uno de los artículos de los DDHH va acompañado por un texto de esta o de otros documentos del Magisterio de la Iglesia para que nos ayuden a reflexionar, en este tiempo de Adviento, sobre la dignidad del ser humano, criatura de Dios.
Sin que estos derechos se cumplan para todos los habitantes de “nuestra casa común” es imposible que podamos conseguir una Paz y una Justicia universal. 
Igualmente, a lo largo de este mes, ofreceremos  diferentes reflexiones sobre este aniversario de Federico Mayor Zaragoza, que fue director general adjunto de la UNESCO y actualmente preside la Fundación Cultura de Paz,  responsables de Pastoral Social de la archidiócesis de Madrid y don Emilio José Goméz, responsable de DDHH de la Comisión General de Justicia y Paz.
Y comenzamos con la reflexión de nuestro vicario para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación,   don José Luis Segovia
 
El artículo primero de la declaración que conmemoramos contempla el derecho a la igualdad, con el siguiente texto: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”
El papa san Juan XXIII en 1963, nos recuerda en Pacem in Terris, 9: “En toda convivencia humana bien ordenada y provechosa hay que establecer como fundamento el principio de que todo hombre es persona, esto es, naturaleza dotada de inteligencia y de libre albedrío, y que, por tanto, el hombre tiene por sí mismo derechos y deberes, que dimanan inmediatamente y al mismo tiempo de su propia naturaleza.” 
Y el papa acaba diciendo en este artículo: “Estos derechos y deberes son, por ello, universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto”, que se corresponde con el artículo 30, el último de la declaración de la ONU: “Estos derechos son inalienables. Ninguna persona o institución debe realizar actos que puedan suprimir los derechos consagrados en la DUDH”.
Si queremos comenzar este 7 de diciembre es para ponernos bajo el amparo de Nuestra Madre, que en su Magníficat recordó los derechos de los “descartados”:
 
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.