LA SALUD MENTAL ES UN DERECHO HUMANO UNIVERSAL-DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL

10 DE OCTUBRE
 
DÍA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL
 
       El día 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, creado por la Organización Mundial de la Salud. Su objetivo es concienciar a la sociedad de los problemas de salud mental en todo el mundo. La salud mental está definida por la OMS como: “un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”.
La salud mental es un derecho universal, y así lo reconoce la OMS en su lema de este año: “La salud mental es un derecho humano universal” porque nos concierne a todos. No obstante, en la sociedad en la que vivimos se crean situaciones complejas y estresantes que en nada nos benefician: soledad, ausencia de comunicación personal, desestructuración familiar, marginalidad y tantos otros problemas que nos pueden provocar ansiedad, depresión, insomnio, desordenes alimentarios, etc., y no siempre se les da solución.
Estos problemas afectan no solo a los jóvenes, adultos y ancianos, a las mujeres y a los hombres, también a los niños y adolescentes. Por otra parte, la pandemia del COVID no solo ocasionó muerte y dolencias físicas, también se resintió la salud mental, a todos los niveles y edades, lo que ha acrecentado este problema.
Como recogen numerosos informes, por ejemplo, “la Situación Mental en España, 2023”, de la Confederación Salud Mental España, entre otros, la situación en nuestro país no es halagüeña, por lo que es necesario y urgente desarrollar e implantar proyectos que permitan mejorar esta situación y para ello, es necesario actuar en los diferentes  frentes: sanitario, educativo, social, judicial, etc., que a su vez deben interactuar y coordinarse entre sí.
En el aspecto sanitario, en nuestro país, desafortunadamente, faltan muchos medios. Sólo por aportar algunos datos, según el “Libro blanco de la psiquiatría en España”. España cuenta con una media de 12 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, mientras que la media de la OCDE se sitúa en 18, y países como Italia, Francia y Alemania, cuentan respectivamente con 19, 23 y 28. Esto provoca prolongados tiempos de espera para conseguir las citas y, como consecuencia. para ser tratados. También  existen personas con enfermedades mentales en la cárcel, sin la atención adecuada, u otras, como las extranjeras en situación irregular sin acceso a la atención especializada, con el agravamiento de las enfermedades y los problemas familiares que esto conlleva.
Por otra parte, llama poderosamente la atención que el citado informe reconozca que no se dispone de datos para niños y adolescentes. Es difícil hacer un diagnóstico de la situación cuando se carece de datos. Esto, posiblemente, se deba a que hasta el 2021 no se reconoce la especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia y hasta 2023 no se inician los programas formativos. Aún no se ha reconocido la especialidad de Psicología Clínica Infantil y de la Adolescencia, lo que pone de manifiesto la poca importancia que se ha dado a la salud mental de nuestros niños y adolescentes.
Pero la imprescindible mejora en la atención de la salud mental a nivel sanitario no es suficiente, pues, toda la sociedad está concernida, como lo está con todas las enfermedades. En primer lugar, es necesario que las enfermedades mentales dejen de considerarse como un estigma y que los enfermos no se sientan excluidos de la sociedad a la que pertenecen. Por esta razón, consideramos necesaria una mayor coordinación entre los diferentes ámbitos sanitario, educativo, etc., así como, poner en marcha una asignatura de educación emocional, formar a docentes, sensibilizar a la población juvenil sobre salud mental. Sin olvidar, la necesidad de implicación de los políticos en los problemas psíquicos, así como la de los gestores laborales y sociales y, por supuesto, de la Iglesia.
Es por estas inaceptables carencias a todos los niveles, que desde la Comisión Diocesana de Justicia y Paz Madrid y desde la Comisión Diocesana de Justicia y Paz Valladolid, reclamamos una mayor atención de los poderes públicos y de la sociedad a la salud mental. Ello conlleva, entre otras aspectos, más inversión por parte de las administraciones y mejor dotación de profesionales y recursos de todo tipo (de crisis, de corta y larga estancia, de respiro para los familiares, etc.). Muy especialmente, queremos hacer hincapié en que los niños y adolescentes tengan acceso a una atención específica de calidad y sean protegidos de los daños conocidos que se producen.
Por último, nos hacemos eco de las palabras del papa Francisco, en su mensaje a los participantes italianos en la Segunda Conferencia Nacional para la Salud Mental:
Se trata también de ayudar a superar plenamente el estigma con el que a menudo se ha marcado a la enfermedad mental y, en general, de hacer prevalecer la cultura de la comunidad sobre la mentalidad del descarte, según la cual se presta mayor atención y cuidado a quienes aportan ventajas productivas a la sociedad, olvidando que los que sufren hacen resplandecer en sus vidas heridas la belleza irreprimible de la dignidad humana.
La sociedad entera y muy especialmente los cristianos estamos llamados a cuidar y apoyar con nuestra oración y cariño a los más vulnerables, procurando estar cerca de los que están agotados, tristes o sin esperanza, recordando las palabras de Jesús: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados que Yo os aliviaré (Mt 11, 28).
COMISIÓN DIOCESANA DE J Y P MADRID
COMISIÓN DIOCESANA DE J Y P VALLADOLID
10 de octubre de 2023