DECLARACIÓN DEL DICASTERIO PARA LA DOCTRINA DE LA FE "DIGNITAS INFINITA SOBRE LA DIGNIDAD HUMANA", 08.04.2024

DECLARACIÓN DEL DICASTERIO PARA LA DOCTRINA DE LA FE "DIGNITAS INFINITA SOBRE LA DIGNIDAD HUMANA", 08.04.2024
La Comisión Diocesana de Justicia y Paz Madrid, se hace eco de la Declaración que hoy ha publicado el Vaticano:  "Dignitas infinita sobre la dignidad humana" , cuya redacción se comenzó en el año 2019, lo que demuestra la importancia que se le ha dado a un tema tan importante como es la dignidad humana, "dignitas infinita".   
 
La declaración comprende una serie de temas y cuestiones sobre los Derechos Humanos que no son exahustivos, pero "son, precisamente, los que permiten expresar diversos aspectos de la dignidad humana que pueden estar oscurecidos en la conciencia de muchas personas hoy en día. Algunos serán fácilmente compartidos por distintos sectores de nuestras sociedades, otros no tanto. Sin embargo, todos nos parecen necesarios porque, en su conjunto, ayudan a reconocer la armonía y la riqueza del pensamiento sobre la dignidad que brota del Evangelio." (presentación)
 
Encontrándose entre sus objetivos actualizar y complementar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de cuya publicación se cumplieron en 2023 75 años. 
 
"Esta dignidad ontológica y el valor único y eminente de cada mujer y cada hombre que existen en este mundo fueron recogidos con autoridad en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (10 de diciembre de 1948) por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Al conmemorar el 75 aniversario de este Documento, la Iglesia ve la oportunidad de proclamar una vez más su convicción de que, creado por Dios y redimido por Cristo, todo ser humano debe ser reconocido y tratado con respeto y amor, precisamente por su dignidad inalienable. El mencionado aniversario ofrece también a la Iglesia la oportunidad de aclarar algunos malentendidos que surgen a menudo en torno a la dignidad humana y de abordar algunas cuestiones concretas, graves y urgentes, relacionadas con ella."
 
De ahí que esta Declaración trate de temas tan importantes como son: el drama de la pobreza, la guerra, la trata de personas, la emigración, los abusos sexuales, la cuestión del género, la violencia contra las mujeres, el aborto, la eutanasia o la violencia digital, todos ellos tratatados desde la reflexión evangélica, porque: "La Iglesia proclama la igual dignidad de todos los seres humanos, independientemente de su condición de vida o de su calidad. Este anuncio se apoya sobre una triple convicción que, a la luz de la fe cristiana, confiere un valor inconmensurable a la dignidad humana y refuerza sus exigencias intrínsecas." (punto 2 en la introducción)
 
El documento ante el que nos encontramos, precisa de una lectura reflexiva por parte de los cristianos puesto que trata de cuestiones vitales sobre los derechos humanos, sobre la dignidad de la persona en nuestros días, temas en los que todos debemos estar comprometidos, como se señala en el apartado 64 de las conclusiones:
 
"Es en este espíritu, con esta Declaración, en el que la Iglesia exhorta ardientemente a que el respeto de la dignidad de la persona humana, más allá de toda circunstancia, se sitúe en el centro del compromiso por el bien común y de todo ordenamiento jurídico. En efecto, el respeto de la dignidad de todos y de cada uno, es la base indispensable para la existencia misma de toda sociedad que pretenda fundarse en el derecho justo y no en la fuerza del poder. Es sobre la base del reconocimiento de la dignidad humana como se sostienen los derechos humanos fundamentales, que preceden y sustentan toda convivencia civilizada."