DÍA INTERNACIONAL DE LA CONVIVENCIA EN PAZ

DÍA INTERNACIONAL DE LA CONVIVENCIA EN PAZ
 
El 16 de mayo de cada año, el mundo se une en la celebración del Día Internacional de la Convivencia en Paz bajo el lema, este año, “La Paz en el corazón de la Educación". Esta jornada, establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017, tiene como objetivo movilizar a la comunidad internacional hacia la promoción de la paz, la tolerancia, la inclusión, la comprensión y la solidaridad.
 
Desde su primera celebración en 2018, este día ha marcado el inicio de un compromiso renovado con los ideales de convivencia pacífica y diálogo intercultural y religioso. Es un recordatorio de la importancia de trabajar juntos para construir una sociedad pacífica y sostenible.
 
El 16 de mayo, como fecha para esta observancia global, simboliza la importancia del diálogo intercultural, religioso, etc., elementos fundamentales para el desarrollo sostenible y la paz duradera. Es un recordatorio de que, a pesar de nuestras diferencias, compartimos un mismo planeta y un mismo destino, y que solo a través del respeto mutuo y la comprensión podemos avanzar hacia un futuro mejor.
 
En este contexto, las palabras del Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti (229), siguiendo la tradición de la Iglesia, resuenan con fuerza: "el camino hacia una mejor convivencia implica siempre reconocer la posibilidad de que el otro aporte una perspectiva legítima, al menos en parte, algo que pueda ser rescatado, aun cuando se haya equivocado o haya actuado mal."
 
En el corazón de esta celebración está el reconocimiento de que la paz no es simplemente la ausencia de conflictos, sino la presencia de justicia, igualdad y respeto mutuo. Pablo VI, en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1965, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que trabajara en conjunto en la búsqueda de la paz y la justicia en el mundo. Destacó la importancia del diálogo, la negociación y la cooperación entre naciones como medios para resolver conflictos y promover la convivencia pacífica. Y resaltó la importancia de la igualdad como fuente de la convivencia en la paz: “Que nadie, en su calidad de miembro de vuestra unión, sea superior a los demás: que no esté uno sobre el otro. Es la fórmula de la igualdad. Sabemos sin duda que hay que considerar otros factores además de la simple pertenencia a vuestro organismo. Pero la igualad también forma parte de su constitución, no porque seáis iguales, sino porque aquí estáis como iguales.” 
Promover la paz y la convivencia pacífica no es tarea fácil, pero es una responsabilidad que todos compartimos. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la construcción de un mundo más justo, solidario y pacífico.
Hay un derecho humano fundamental que no debe ser olvidado en el camino de la fraternidad y de la paz; el de la libertad religiosa para los creyentes de todas las religiones. Esa libertad proclama que podemos «encontrar un buen acuerdo entre culturas y religiones diferentes; atestigua que las cosas que tenemos en común son tantas y tan importantes que es posible encontrar un modo de convivencia serena, ordenada y pacífica, acogiendo las diferencias y con la alegría de ser hermanos en cuanto hijos de un único Dios. Fratelli Tutti, 279.
En este Día Internacional de la Convivencia en Paz, Justicia y Paz-Madrid alienta a comprometernos a trabajar juntos para superar nuestras diferencias y a construir puentes de entendimiento y cooperación. Recordemos que, como seres humanos, compartimos más cosas de las que nos dividen y que juntos podemos crear un futuro en el que la paz y la convivencia pacífica sean una realidad para todos.
En última instancia, la paz comienza en nuestros corazones y se refleja en nuestras acciones. Que este día nos inspire a ser agentes de cambio y a trabajar incansablemente por un mundo mejor para las generaciones venideras.
 
Joaquín Eguren
Consejero de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz