LA GUERRA ES ABSURDA, DESARMEMOS LA TIERRA. PAPA FRANCISCO

El 14 de marzo, el papa Francisco desde la clínica Gemelli, remitió una carta al director del periódico Corriere della Sera, Luciano Fontana. 
En el día de hoy, 18 de marzo, en que el gobierno de Israel ha roto la tregua y ha vuelto a bombardear Gaza, Putin y Trump se están repartiendo Ucrania sin contar con el pueblo ucraniano y Europa se prepara para rearmarse invirtiendo cantidades ingentes de dinero, publicamos integra la carta del papa, en la que nos recuerda que “la guerra es absurda” y que el mejor método para evitar la guerra es que “desarmemos la Tierra”.
 
Estimado Director,
 
Quisiera agradecerle las palabras de cercanía con las que ha querido estar presente en este momento de enfermedad en el que, como he dicho, la guerra parece aún más absurda. La fragilidad humana, en efecto, tiene el poder de hacernos más claros sobre lo que dura y lo que pasa, sobre lo que nos hace vivir y lo que mata. Quizá por eso tendemos tan a menudo a negar los límites y a rehuir a las personas frágiles y heridas: tienen el poder de cuestionar la dirección que hemos elegido, como individuos y como comunidad.
 
Me gustaría animarle a usted y a todos aquellos que dedican su trabajo e inteligencia a informar, a través de las herramientas de comunicación que ahora unen nuestro mundo en tiempo real: sientan la importancia de las palabras. Nunca son sólo palabras: son hechos que construyen entornos humanos. Pueden conectar o dividir, servir a la verdad o servirse de ella. Debemos desarmar las palabras, para desarmar las mentes y desarmar la Tierra. Hay una gran necesidad de reflexión, de calma, de sentido de la complejidad.
 
Mientras que la guerra sólo devasta comunidades y el medio ambiente, sin ofrecer soluciones a los conflictos, la diplomacia y las organizaciones internacionales necesitan sangre nueva y credibilidad. Las religiones, además, pueden recurrir a la espiritualidad de los pueblos para reavivar el deseo de fraternidad y justicia, la esperanza de paz.
 
Todo esto exige compromiso, trabajo, silencio, palabras. Sintámonos unidos en este esfuerzo, que la Gracia celestial no dejará de inspirar y acompañar.
Francisco
Roma, Policlínico Gemelli, 14 de marzo de 2025
 
En estos momentos difíciles con nuestro Pontífice enfermo, pero fuerte en el espíritu, os pedimos una oración por la paz. Una paz justa que busque el beneficio de los pueblos y no el ansia de poder.