LO ESENCIAL DE CADA DÍA-10 DE DICIEMBRE DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Comunicado Día de los DD. HH, ONU
 
Lo esencial de cada día
Día de los Derechos Humanos 2025
 
El 10 de diciembre se celebra el  Día de los Derechos Humanos  para conmemorar el momento en el que la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó -en Paris, en el año 1948- la Declaración Universal de Derechos Humanos y con ella se establecieron una serie de derechos inalienables y libertades fundamentales para todos los seres humanos. 
 
Como señala la propuesta de la ONU para este año 2025, se pretende a través de esta campaña “reconectar a las personas con los derechos humanos, mostrar cómo estos dan forma a nuestra vida cotidiana, a menudo de maneras que pueden pasar desapercibidas. Con demasiada frecuencia los derechos humanos son dados por sentados o percibidos como ideas abstractas, pero son elementos esenciales de los que dependemos cada día”. Y nos damos cuenta de ello cuando nuestros derechos son conculcados o los de nuestros vecinos. Por esa razón hay que estar alertas y no ser pasivos ante la ausencia de ellos. 
 
En este Día de los Derechos Humanos nos centraremos en cómo los derechos humanos son un camino hacia las soluciones, base de sociedades pacíficas, justas e inclusivas. desempeñando un papel fundamental como fuerza preventiva, protectora y transformadora.
 
Desde la Comisión diocesana de Justicia y Paz de Madrid queremos hacer hincapié en el lema de este año 2025 “Lo esencial de cada día” porque hace 77 años que se aprobó la Declaración y si bien se ha avanzado en muchos aspectos, en especial en determinados países, se siguen vulnerando estos derechos primigenios que emanan de la dignidad de la persona humana creada por Dios. Es por eso, que queremos hacer una lectura de nuestra realidad, para señalar aquellos aspectos más sensibles en los que se debe avanzar mucho más, de acuerdo con el fin de reavivar esta Declaración.
 
En este sentido destacamos el sufrimiento y la perdida de derechos que siguen ocasionando las guerras en el mundo. Existe una larga lista de enfrentamientos a nivel mundial que no decrece. Seguimos con la situación explosiva del Próximo Oriente, la guerra en Ucrania, la guerra civil en Sudán, etc. e intentos de desestabilización de nuestra seguridad en Europa que es relativamente novedosa.
 
También recordamos la situación de la mujer especialmente en países en que se las se las priva de todo derecho. No podemos olvidar, en este sentido, a las mujeres de Afganistán “cosificadas” por los talibanes y a las que nuestro mundo occidental parece haber relegado al olvido. 
 
Nos preocupa la falta de libertad y la conculcación de derechos humanos que esto trae consigo en varios países latinoamericanos como Venezuela, Nicaragua y Cuba, sin olvidar a otros muchos como Corea del Norte, Afganistán, Irán o Myanmar.
 
No podemos dejar de reiterar nuestra del trato que la Unión Europea da a las personas migrantes y con especial énfasis resaltamos el que se está dando a los niños migrantes en Canarias y en muchos lugares de España. El año pasado criticábamos los hacinamientos lacerantes sucedidos en el aeropuerto de nuestra comunidad que parecen haber disminuidos.
En este sentido, La Iglesia sigue insistiendo en la necesidad de la defensa de los derechos de los refugiados e inmigrantes en especial cuando se constata una tendencia de varios partidos políticos y países que con sus políticas de deportaciones incumplen el derecho internacional al negarles la acogida digna que como seres humanos merecen, como sucede con los CIEs y la creación de campos de concentración en terceros países. 
 
Y como en otros comunicados anteriores seguimos denunciando las condiciones de inhumanidad en que viven los residentes de Cañada Real en nuestra comunidad autónoma.
 
En el discurso de León XIV -23-10-25- al Encuentro Mundial de los Movimientos Populares el papa dice literalmente: «Me gustaría mencionar el tema de la seguridad. Los Estados tienen el derecho y el deber de proteger sus fronteras, pero esto debe equilibrarse con la obligación moral de proporcionar refugio. Con el abuso de los migrantes vulnerables, no estamos presenciando el ejercicio legítimo de la soberanía nacional, sino más bien delitos graves cometidos o tolerados por el Estado. Se están adoptando medidas cada vez más inhumanas, ―incluso celebradas políticamente― para tratar a esos “indeseables” como si fueran basura y no seres humanos. El cristianismo, en cambio, hace referencia al Dios del amor, que nos hace a todos hermanos y nos pide que vivamos como hermanos y hermanas» 
 
Inmersos en el tiempo de Adviento, tiempo de preparación a la llegada del Mesías, recordemos que Él fue pobre, migrante, perseguido, acusado, torturado y clavado en una cruz injustamente. Pensemos también que Él elevó a toda la humanidad a la categoría de sus hermanos y de hijos de Dios Padre, es por eso que la Comisión diocesana de Justicia y paz comparte, que como cristianos estamos obligados a ser defensores y garantes de los DERECHOS HUMANOS.
 
Joaquín Eguren
Comisión de Justicia y Paz Madrid
 
Imagen de la ONU para el 10 de diciembre de 2025