NOTA ANTE LA CRISIS EN EL AEROPUERTO DE BARAJAS . MESA POR LA HOSPITALIDAD
La Mesa por la Hospitalidad reafirma su preocupación por los más vulnerables
y pide diálogo entre las Administraciones para resolver la crisis en Barajas
La Comisión Diocesana de Justicia Paz Madrid , integrante en la Mesa por la Hospitalidad de la Dióceensis de Madrid se hace eco de la nota que ha publicado hoy, 14 de mayo, denunciando la situación de las personas sin hogar que se han cobijado en las instalaciones del aeropuerto de Madrid Barajas. Resulta vergonzoso e injustificable que ni las administraciones ni AENA quieran cooperar para encontrar una solución a la situación en que se encuentran centenares de seres humanos que malviven en los vestíbulos y pasillos de las entradas del aeropuerto de Barajas, uno de los más importantes de Europa.
"El incremento de personas sin hogar, que ha sido notado con alarma, resalta la vulnerabilidad de muchas personas que, por diversas circunstancias, se ven obligadas a refugiarse en lugares como el aeropuerto, buscando la seguridad que no encuentran en las calles de la ciudad." Indica la Mesa por la Hospitalidad, a la vez que pide la cooperación de todos los implicados y propone un plan en tres fases:
→ A corto plazo:
- Evitar expulsiones sin alternativas del Aeropuerto.
- Crear una mesa de coordinación entre administraciones y entidades.
- Aumentar la presencia de servicios sociales en el aeropuerto, para dar respuestas dignas a las personas ayudándoles a salir de la calle.
→ A medio plazo:
- Establecer recursos de alojamiento para la atención temprana del sinhogarismo cerca del aeropuerto.
- Incrementar la oferta de pernocta para las personas que lo necesiten.
→ A largo plazo:
- Fortalecer políticas sociales y de vivienda.
- Revisar profundamente la política de vivienda en la región.
- Desarrollar estrategias regionales de sinhogarismo para garantizar una solución integral y a largo plazo.
Que la cooperación entre todos los implicados pueda solventar pronto la dura situación en la que están viviendo nuestros hermanos más desfavorecidos.