PERDONA NUESTRAS OFENSAS, CONCÉDENOS TU PAZ. MENSAJE DE SU SANTIDAD FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ 1 DE ENERO DE 2025
PERDONA NUESTRAS OFENSAS, CONCÉDENOS TU PAZ
“Al inicio de este nuevo año que nos da el Padre celestial, tiempo jubilar dedicado a la esperanza, dirijo mi más sincero deseo de paz a toda mujer y hombre, en particular a quien se siente postrado por su propia condición existencial, condenado por sus propios errores, aplastado por el juicio de los otros, y ya no logra divisar ninguna perspectiva para su propia vida. A todos ustedes, esperanza y paz, porque este es un Año de gracia que proviene del Corazón del Redentor.”
Este es el comienzo del mensaje que el papa Francisco dirige este 1 de enero de 2025 a toda la humanidad con el lema: “PERDONA NUESTRAS OFENSAS, CONCÉDENOS TU PAZ”, en este año de Jubileo, que define como: “un evento que nos impulsa a buscar la justicia liberadora de Dios sobre toda la tierra; y esta llamada a buscar la Justicia, con mayúscula, pasa por reconocer lo que san Juan Pablo II denominó “Estructuras de pecado”, en las que, especialmente, los países desarrollados vivimos inmersos.
De ahí, que el papa señale que el evento jubilar “nos invita a emprender diversos cambios, para afrontar la actual condición de injusticia y desigualdad,” y nos llame a comenzar un “camino de esperanza cuya meta sea la Paz”, a través de tres acciones: condonación de la deuda internacional junto con la elaboración de una nueva estructura financiera global; respeto a la dignidad de la vida humana, desde su concepción hasta la muerte; y que se reduzca el gasto en armamento, recordándonos que “El desarme del corazón es un gesto que involucra a todos, a los primeros y a los últimos, a los pequeños y a los grandes, a los ricos y a los pobres. A veces, es suficiente algo sencillo, como «una sonrisa, un gesto de amistad, una mirada fraterna, una escucha sincera, un servicio gratuito».
Por último, nos unimos a la oración con la que termina el mensaje:
Perdona nuestras ofensas, Señor,
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
y en este círculo de perdón concédenos tu paz,
esa paz que sólo Tú puedes dar
a quien se deja desarmar el corazón,
a quien con esperanza quiere remitir las deudas de los propios hermanos,
a quien sin temor confiesa de ser tu deudor,
a quien no permanece sordo al grito de los más pobres.
La Comisión Diocesana de Justicia y Paz de Madrid se compromete con las propuestas del papa en este año jubilar con el objetivo de avanzar hacia un mundo más justo y en paz, con el deseo que el Señor nos conceda a todos:
UN FELIZ AÑO JUBILAR 2025
Imagen de María Reina de la Paz. Iglesia de Santa María la Mayor. Roma